A veces la gente comete el arte de la hipnosis encubierta es mucho más complicado de lo que realmente es. Esto no siempre implica hacer cosas muy astutas para dejar a la persona en un trance profundos. A veces todo lo que necesitas hacer es contar una historia sencilla para dejar un mensaje directamente a la mente inconsciente del sujeto.
Piensa en la última vez que viste una película. ¿Había una escena en particular con la que te sentiste completamente comprometido?, ¿y que tenía en el borde de tu asiento? ¿Por qué tu cuerpo respondio de esta manera? ¿Estabas hipnotizado? Sí, de hecho lo estabas. Y se hizo de manera encubierta. Una película es un gran ejemplo de la hipnosis encubierta por contar historias.
Hipnosis y Metáforas
En la hipnosis, las historias también se conocen como metáforas. El método más fácil de enseñar es la simple metáfora. Imagínate que quieres convencer a un amigo para ir a alguna parte contigo, pero anticipas que tu amigo va ha dudar. Podrías simplemente contar una historia sobre que alguien hizo algo que no pensaba que iba a disfrutar, pero que se volvió algo fantástico. Al final de la historia es posible que quieras explicar cómo esta persona se dio cuenta de que puede ser muy divertido probar cosas nuevas.
Después de contar la historia, cambia el tema brevemente, y luego en unos pocos minutos, utilizando el mismo tono de voz como con el que has contado la historia, le preguntas a tu amigo que te acompañe en la excursión.
La historia contada puede ser verdadera o ficticia. No importa. Siempre y cuando se incrusta un mensaje dentro de la historia que va a ser bastante obvio para que la mente inconsciente lo comprenda, podrás lograr tu objetivo.
Hipnosis encubierta es una tecnología de comunicación muy poderosa. Si tienes intenciones positivas y utilizas estas habilidades de manera ética, te sentirás muy bien sobre lo que has aprendido y los resultados que te da. Contar cuentos es uno de los métodos más sencillos de la hipnosis que puede aprender un principiante.